Lo que sigue se ha informado desde los medios oficiales del Centro de Estudiantes, pero dado que se sigue alentando a la confusión, parece necesario llover sobre mojado.

Hagamos un poco de verdadero y falso:

Falso: Se dice que se entregó una carta de firmas a la Mesa Coordinadora solicitando poner determinadas temáticas a consideración de una Asamblea General, y que la Mesa resolvió convocar a otra asamblea con otro Orden del Día.

**Verdadero: **La petición de Asamblea fue presentada a la Mesa Coordinadora luego de que ésta convocara públicamente a una Asamblea General con un Orden del Día determinado.

Falso: Se dice que la Mesa Coordinadora violó el Estatuto del CEHCE al desoír una petición de Asamblea General amparada en el Estatuto (Art. 9 inciso 4: carta de más de 40 firmas). 

Verdadero: La Mesa Coordinadora** incluyó en el Orden del Día de la Asamblea General la temática solicitada**,** aún** cuando fue solicitado después de publicar la convocatoria, aún cuando la petición no tiene una sola firma,** aún** cuando no se trató de una carta sino de un formulario de Google que no brinda absolutamente ninguna garantía a quien pone su adhesión, dado que su redacción es completamente modificable luego de comenzar a juntar adhesiones.

Dicen haber tenido problemas para conseguir 40 firmas por la emergencia sanitaria… No se habrán enterado de que en medio de la pandemia, una avasallante cantidad de militantes de las distintas organizaciones sociales, gremiales y sindicales, salimos a buscar firmas puerta a puerta para habilitar el referéndum de 135 artículos de la LUC, llegando a juntar 800.000.

**Falso: **Dicen que la Mesa Coordinadora violó el Estatuto del gremio al no convocar la Asamblea para el día solicitado por la “carta de firmas”, así como por cambiar la modalidad solicitada.

Verdadero: El Estatuto (artículos 7 y 9 inc. 4) atribuye a la Mesa Coordinadora la convocatoria a Asamblea General, y sólo obliga a este órgano a incluir la temática solicitada en el Orden del Día (en este caso, por una carta firmada por 40 estudiantes), lo que se hizo. La fecha y modalidad es definida por la Mesa. 

Pero como si fuera poco, la “carta firmada” no solicita ninguna modalidad en particular, y encima solicita una fecha que no existe en el año 2021 (viernes 17 de julio).

Pedimos un poco de seriedad.

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Para variar, se dice que en la Mesa representativa de nuestro gremio hay “unos pocos resolviendo”, en contraposición a la cantidad que llenó un formulario de Google.

A la Mesa Coordinadora la votaron 600 estudiantes con voto directo y secreto, con programas públicos a la consideración del estudiantado. Afortunadamente, el Estatuto gremial prevé que se necesita un poco más que llenar un google form para representar a alguien.

El bardito whatsappero se termina con el vértigo de la democracia.

No seremos parte de ninguna organización paralela al CEHCE y a la FEUU, de la misma forma que no apoyamos ninguna iniciativa de generar una Central paralela al PIT-CNT, dividiendo el Movimiento Sindical.

Entendemos que si estamos en contra de la integración de la Mesa Coordinadora o de la Mesa Ejecutiva de la FEUU, hay que disputarla en elecciones con todas las de la ley.

Es penoso que desde un órgano (autodefinido “interasamblea”) que no se enmarca en la estructura gremial que nos damos para la organización estudiantil (Estatuto del CEHCE, plebiscitado democráticamente) se utilice a las Asambleas de carrera -cuyas resoluciones tienen validez por ser órganos del CEHCE -, para desconocer al gremio.

Parecería que quisieran inventar e integrar otra Mesa Coordinadora sin ser electos. 

Ninguna reunión virtual que no sea convocada como Asamblea General por el órgano que tiene esa potestad estatutariamente, va a mandatar a ningún representante gremial ni de cogobierno con una postura. 

Si quieren representantes de una organización paralela, por lo menos hagan el esfuerzo de presentarse a las Elecciones Universitarias, como hacen varias agrupaciones de derecha en distintas Facultades de la Universidad.

Nuestra militancia no se basa en discusiones por WhatsApp, tenemos el compromiso de sostener los espacios gremiales todos los días del año; tenemos el orgullo de presentarnos con un programa público y claro, detallando los principios fundamentales que nos unen como estudiantes, desarrollando nuestro análisis de la coyuntura universitaria, nacional e internacional; poniendo en negro sobre blanco nuestras posturas y propuestas.

Tenemos la valentía de presentarnos con un programa universitario poniendo a consideración nuestras ideas en las más amplias instancias de decisión, y el respaldo estudiantil nos ha abrazado elección tras elección, lo que nos alegra la vida y nos da mayor impulso para seguir luchando por lo que creemos justo.

No defraudaremos a los 747 estudiantes que nos dieron su apoyo presencialmente para defender nuestra Casa de Estudios y nuestra enseñanza presencial.

Realmente llaman la atención algunos intentos de ataque a nuestra Agrupación, cuando la Mesa Coordinadora, órgano que estatutariamente convoca a la Asamblea General, está integrada por varias corrientes.

Está claro que hay manija, y es esperable teniendo en cuenta que en poco tiempo se celebrarán las Elecciones Universitarias.

Siempre aparecen, antes de cada elección, dispositivos paralelos que nunca representaron a nadie, buscando vida. La manija siempre comienza desde un minúsculo grupo que no se asume como agrupación estudiantil, cuyos integrantes se cuentan con los dedos de la mano. 

Desde luego, en este contexto virtual, donde cualquiera dice cualquier barbaridad  escondido detrás de un celular, la iniciativa paralela ve condiciones favorables para generalizar ideas a partir de informaciones recortadas, sesgadas, y -en buena medida- falsas, subestimando a compañeros que tienen una genuina preocupación por la inclusión.

Tendrán que disculparnos, pero no estamos para entrar en el bardito del microclima whatsappero. Si no van a participar de los espacios gremiales, lo resolveremos de la forma más democrática posible: en las urnas.

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Nuestra posición en defensa de la presencialidad es muy clara  y nos hacemos cargo públicamente de esa postura.

Por eso apoyamos completamente el documento elaborado por la Asamblea de Estudiantes de Educación, “Pensar la enseñanza universitaria después de la pandemia” (invitamos a leer), el cual da argumentos contundentes en relación a que la virtualidad NO incluye a todo el mundo. 

Sabemos que hay estudiantes que no tienen un dispositivo propio desde el cual conectarse en cualquier comento, y estudiantes que tienen una mala conexión a internet y desisten de intervenir en una reunión virtual porque no se les escucha (lo que a menudo sucede en las clases virtuales masivas); estudiantes que no pueden seguir un debate fluido, participando activamente, porque no cuentan con un espacio en su hogar para conectarse sin ser interrumpidos reiteradamente por las personas con las que conviven; estudiantes que no pueden pagar un contrato de wifi y que ni siquiera pueden costear la asistencia a todas las clases con sus datos móviles; estudiantes que directamente fueron excluidos en esta organización virtual de la enseñanza, y que han dejado de cursar porque sus condiciones materiales le han impedido integrarse..

Sabemos que la persecución que se ha generado en esta coyuntura política y virtual va  a seguir afectando a trabajadores y trabajadoras que tienen el derecho de expresarse libremente, y en ese sentido es necesario cuidar la identidad e integridad de todos y todas.

Antes de la pandemia era recurrente (y legítima) la crítica a la instalación de cámaras en la Facultad (y en la ciudad en general), y era indiscutible que por lo menos no debían apuntar a los salones de clase ni a los salones gremiales. Toda esta crítica se acentuó más luego del robo al GIAF, ya que quedaba en evidencia que las cámaras vigilaban todo menos lo que debía ser protegido.

Ahora, en medio de un período de gobierno de coalición de derechas, no hay espacio en el que se pueda discutir sin una cámara en el medio; una nueva normalidad completamente asumida y naturalizada, ¡y resulta que es una locura señalar estas condiciones delirantes!

También sabemos que la militancia gremial es presencial, y que no existe resolver ocupar la Facultad o hacer una marcha si después no se va a venir a ocupar ni marchar.

Lamentablemente, muchos ya están naturalizando las condiciones de la “nueva normalidad”, incitando a que las condiciones precarias en las que nos encontramos continúen luego de la pandemia.

Por suerte el Movimiento Sindical, que nunca dejó de tener militancia presencial, nos viene bajando a tierra durante toda la pandemia. Sindicatos organizando asambleas presenciales en cumplimiento de los protocolos sanitarios, declarándose en conflicto, ocupando, marchando, haciendo cortes de calle, protestando frente a edificios de gobierno.

Necesitamos revitalizar a la FEUU, despojarla de la debilidad de la virtualidad que solo le sirve a un gobierno que nos quiere desmovilizados.

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Hoy tenemos sobre la mesa asuntos centrales para los estudiantes de humanidades: virtualidad/presencialidad y horarios para poder cursar.

El tema horarios hace mucho lo venimos discutiendo y hay propuestas claras al respecto; en ese sentido, es necesario resolver cuál es la postura mayoritaria del gremio; por otra parte, a la discusión sobre presencialidad/virtualidad para después de la pandemia, si bien está estrechamente ligada al tema horarios y oferta académica, le queda mucho por recorrer.

Hasta ahora solo se ha elaborado un documento serio, con argumentos políticos y pedagógicos que sirven de insumo para la discusión (el de la Asamblea de Estudiantes de Educación, https://pensareduc.wordpress.com/). Es necesario generar más redacción y más debates públicos, para que los y las estudiantes podamos definirnos contemplando todos los argumentos vertidos, a partir de una discusión que ha tenido su tiempo de madurez.

También es necesario que la Facultad pueda comenzar a recuperar algunos espacios presenciales, para que las y los estudiantes de las dos últimas generaciones puedan conocer la Facultad y las clases presenciales, y así no obligar a dos generaciones a decidir si quieren o no quieren algo que no conocen.

Porque para defender la Facultad hay que quererla, y para quererla hay que conocerla.

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Sabemos que, lamentablemente, tanto una Asamblea General virtual como una presencial, excluye de alguna forma u otra, por más de que la presencial suponga más garantías gremiales.

Es por eso que creemos necesario resolver la postura del CEHCE sobre estos temas con el mecanismo de definición política más amplio y democrático posible: el plebiscito estudiantil.

Convocamos a las y los estudiantes de Humanidades a participar de la Asamblea General de hoy martes 13 de julio, a las 19 hrs en AUTE, y a apoyar la propuesta de plebiscito estudiantil garantizando así el voto directo y secreto de todos y todas las estudiantes, desde todo el país.

Sin más que agregar, y dando por cerrado este desagradable episodio en el que se dieron agresiones personales hacia  nuestras compañeras y compañeros, 

los esperamos hoy martes 19hs en la Asamblea General, exhortando a su más amplia difusión.

Agrupación de Estudiantes 21 de junio

Realidad gremial y académica todo el año

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