La Agrupación de Estudiantes 21 de junio ha denunciado, en todos los espacios de participación estudiantil en los que tenemos representación, el ahogo presupuestal que sufre la Facultad de Humanidades, y que se traduce en restricciones al acceso a la enseñanza, y en un evidente menosprecio a la producción de conocimiento de nuestras disciplinas a nivel general, acotando la relevancia social de nuestra Casa de Estudios y las posibilidades de empleo de nuestras/os estudiantes, docentes y egresadas/os.

La postergación de las disciplinas humanísticas a la interna de la UdelaR se manifiesta en nuestra Casa de Estudios de diversas formas: en las infraestructura edilicia insuficiente en las que estudiantes y docentes deben estudiar y trabajar, en la falta de docentes y horarios para poder cursar, en el acceso a materiales de estudio, entre otras.

Desde el punto de vista del edificio, hoy podemos decir con orgullo que hemos logrado la construcción de cuatro salones nuevos en el último piso de la Facultad, donde antes había un enorme depósito inutilizado.

No obstante, las reformas que este viejo edificio de la Universidad necesita, no pueden quitar del centro del debate que éste le ha quedado chico a nuestra Facultad: Humanidades necesita una nueva sede, acorde a sus características, que amplíe la cantidad de salones para ofrecer todos sus cursos, que incluya entradas accesibles para personas con discapacidad, de una sala de lactancia, de espacios de cuidado para los hijos e hijas de nuestra comunidad universitaria, de espacios comunes donde poder estudiar tranquilamente o hacer trabajos en equipo, de bicicleteros, entre otros.

Ahora bien, la postergación presupuestal también se manifiesta en la estructura de cargos docentes y en la disponibilidad financiera de la facultad para duplicar cursos.

Nos oponemos a una reestructura que redistribuya los cargos docentes sin aumento de presupuesto para la Facultad y sin tener en cuenta el trabajo acumulado de investigación y enseñanza de las distintas disciplinas. Una política seria de distribución de recursos docentes en nuestra Facultad no puede realizarse debilitando algunas licenciaturas para fortalecer otras.

Por todo esto, es necesario que en el seno de la FEUU haya representantes de Humanidades que defiendan nuestra Facultad, para que nuestras demandas estén contempladas en las de la Federación.

En el marco del último pedido presupuestal, hemos posicionado a la FEUU para exigir a la Universidad que los nuevos fondos que entren este año sean destinados a ampliar el acceso a la enseñanza, con especial atención a las Facultades que necesitan diversificación de horarios (como la nuestra).

TUCE

Asimismo, a propuesta de la 21 de junio la FEUU resolvió, en el marco de la Rendición de Cuentas, que una de las preocupaciones presupuestales que la Universidad debe atender es la de la TUCE.

La Tecnicatura Universitaria en Corrección de Estilo es la carrera de Humanidades con más estudiantes desde hace diez años. Sin embargo, casi no tiene recursos propios: hay un solo cargo docente efectivo (el de la Coordinadora Académica), mientras que el resto de los docentes trabajan con contratos a término, financiados con los ahorros de la Facultad. Esto quiere decir que, cada año, el Consejo de Facultad decide si esos contratos se renuevan o no, en función de los fondos disponibles. Los cargos efectivos son renovados cada determinada cantidad de años, en función del desempeño académico de los docentes; como son cargos presupuestados, no está en duda la financiación del puesto de trabajo. En cambio, los docentes que trabajan por contrato a término realmente no saben si los ahorros de la Facultad el año siguiente serán suficientes para renovarlos, más allá de lo bien que se desempeñen. Esta inestabilidad laboral no solo afecta a los docentes, sino que incide directamente en la posibilidad de planificar proyectos de enseñanza o investigación a mediano y largo plazo, y pone en riesgo la continuidad de la carrera. En este contexto en el que el gobierno de Lacalle Pou recorta el Presupuesto de la Universidad, los ahorros con los que cuenta la FHCE podrían reducirse. Por eso, entendemos necesario que la Universidad asigne fondos permanentes para financiar todos los cursos de la TUCE.


Siguiente sección: Hacia una política integral de Becas