En el marco de la emergencia sanitaria, hemos trabajado en la articulación interórdenes para el seguimiento de las resoluciones centrales, los protocolos sanitarios, los cambios en los procedimientos administrativos, y la comunicación de todos los inconvenientes generados a partir de la paralización de la presencialidad, para su resolución. También hemos colaborado con el equipo de comunicación institucional, y con la elaboración y difusión de materiales informativos en cada etapa.

Nuestras compañeras han realizado un gran esfuerzo militante en guiar a las generaciones de ingreso, atendiendo dudas, dando consejos e información importante para comenzar los estudios en nuestra Facultad. Hemos organizado desde el Centro de Estudiantes los grupos de WhatsApp de la nueva generación para el intercambio estudiantil, así como articulado su difusión a través del librillo institucional de bienvenida, para que todos y todas tengamos acceso a estos medios de comunicación.

Hemos enfrentado al Decanato por tomar decisiones unilaterales sin consultar al Consejo de Facultad, así como destacado los momentos en los que se ha apostado por un sostén colectivo para sobrellevar la pandemia. Nuestras delegación al Consejo ha apostado por la generación de puentes de comunicación con las asambleas de Licenciatura y Tecnicatura a través de las y los delegados de carrera, ha llevado a la Mesa Coordinadora los proyectos de resolución elevados al Consejo para la organización de los cursos, y ha presentado y defendido ante éste las posturas resueltas.

En el Consejo de Facultad, nuestras compañeras han logrado la suspensión del régimen de asistencias para cada semestre desde que arrancó la pandemia. Han argumentado en contra de la realización de parciales en tiempo real, dado que generan una situación desigual según las situaciones que en que las/os estudiantes nos encontremos, a saber: compañeras/os que directamente no cuentan con computadora propia o conexión a internet; compañeras/os que cuentan con dispositivos viejos o lentos, o mala conexión a internet; compañeras/os que no cuentan con un espacio apropiado en su casa para la concentración a la hora del parcial, etc, etc, etc.

Hemos logrado que el Consejo aprobara becas de fotocopias, para garantizar el acceso a los materiales de estudio a las y los estudiantes que fueron especialmente afectados por la crisis económica, y a la vez apoyar a la fotocopiadora del Centro de Estudiantes, que quedó paralizada con la pandemia. Además, dada la ausencia de la agrupación que debería hacerse cargo de la Comisión de Finanzas, hemos colaborado con distintas actividades financieras de apoyo a la fotocopiadora (venta de pizzas, bonos, donaciones y más).

Hemos logrado mantener el derecho a la evaluación del desempeño docente durante la pandemia, insistiendo en la garantía del anonimato tal como estaba garantizado en la evaluación en papel. Poder evaluar nuestra enseñanza y que esta voz del estudiantado sea tenida en cuenta en la renovación de los cargos docentes, son derechos que defendemos firmemente: por eso hemos frenado la propuesta de la UAE de que esta evaluación estudiantil se convirtiera en una “percepción” estudiantil. Los intentos de matizar la importancia de la opinión de las y los estudiantes para la renovación de cargos, no pasarán inadvertidos con las Consejeras de la 21 de junio.


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