Hoy en día, si trabajás y querés estudiar en la Facultad de Humanidades, con suerte podés cursar la mitad de las asignaturas de cada semestre y, por lo tanto, la carrera pasa de ser de cuatro a ocho años. Esto se da porque todas las asignaturas están esparcidas a lo largo del día —salvo en la Licenciatura en Educación, donde afortunadamente hay turno nocturno— y pocas tienen doble horario.

Desde la Agrupación de Estudiantes 21 de junio venimos trabajando para romper con este caos de horarios, de tener cursos de un mismo semestre de mañana, al mediodía, de tarde y de noche.

Sabemos que la Facultad no tiene la cantidad de salones ni docentes suficiente como para duplicar todos los cursos, de todas las carreras, todos los semestres, pero entendemos que nuestro problema de acceso a la enseñanza no es solo presupuestal: también falta voluntad política y organización académica. Es por esto que hemos planteado que la Facultad debe tener una política seria en materia de duplicación de cursos, y no es serio que lo único que haga sea consultar a cada Instituto, cada año, si quiere duplicar o no.

En este sentido, el año pasado presentamos la Propuesta Integral de Turnos y Duplicación de Cursos que, contemplando el presupuesto con el que ya contamos, combina organización académica con diversificación de horarios, con el objetivo de que quienes trabajamos podamos cursar.

Y este año logramos algunos avances concretos en el Consejo de Facultad:

  • Que los docentes con carga horaria alta den, por lo menos, dos cursos al año.
  • Trabajar hacia una política integral de turnos y duplicación de cursos de cara al 2023.

El camino para lograr esta resolución del Consejo incluyó un largo trabajo previo coordinado desde la Comisión de Cogobierno del CEHCE, presentando la propuesta a todos los Institutos y dialogando con representantes de todos los órdenes en comisiones cogobernadas.

La propuesta supone organizar los cursos en dos franjas horarias: un turno nocturno y un turno matutino, garantizando que el estudiante que ingresa cursando en uno de los turnos, pueda seguir cursando en el mismo horario todos los semestres. Con esta propuesta, las carreras ofrecerían todos los cursos del primer y tercer año en un turno, y todos los cursos del segundo y cuarto año en el otro. Y al año siguiente, a la inversa. A su vez, es necesario duplicar las asignaturas introductorias y masivas, para que ningún estudiante se quede un año sin cursar.

Pongamos un ejemplo

Te anotás en la licenciatura de Historia en 2023 y esta comienza en el horario nocturno. Empezás a cursar todas las materias del primer año de noche y ya no sufrís más la locura de tener una clase a las 9 de la mañana, otra a las 2 de la tarde y otra a las 8 de la noche.

En 2024, todos los cursos de segundo año van a estar de noche —por lo que podrás seguir cursando en tu turno—, mientras que los de primer año comenzarán de mañana. Y así seguirán rotando en 2025 y 2026, por lo que podrás seguir en el turno nocturno.

Por supuesto habrá años en los que el primer año comience en el turno matutino. Para algunos estudiantes podría no ser problema, pero para la gran mayoría sí. Invirtiendo el ejemplo, si en 2023 Historia comenzara en el turno matutino, como nuestra propuesta incluye la duplicación de los cursos introductorios y masivos, aún en este caso te garantiza un recorrido posible. Podrás cursar las asignaturas del primer año que van a estar duplicadas, además de otras materias que no requieren conocimientos previos.

Al siguiente año, como rota en bloque, ya comenzás a cursar en el turno nocturno hasta el último semestre. Esto significa que, en el primer caso, podrías cursar en tiempo y forma tal como lo prevé tu Plan de Estudios, mientras que en el segundo caso, dependiendo del recorrido que elijas hacer, te podría llevar, a lo sumo, un año más. Sin dudas, esto es mucho mejor que la realidad actual, en la que te puede llevar ocho años cursar y trabajar.

El análisis de los Planes de Estudio de las Licenciaturas en Historia y en Filosofía nos ha demostrado que, incluso para quienes trabajan, en ambos casos sería posible terminar de cursar en cuatro años si se aplicara nuestra propuesta.

La oposición a esta propuesta se concentra en un sector del Orden Docente, que pone en duda la necesidad de combinar turnos y duplicaciones para poner fin al caos de horarios que sufrimos año a año.

Creemos que es el momento de que las diferentes corrientes del Centro de Estudiantes decidan si van a estar del lado de estos docentes o del lado de las necesidades estudiantiles.

Es tiempo de unificar a todo el Centro de Estudiantes detrás de una propuesta seria de organización de la enseñanza.


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