Al inicio del año, vimos el caos que generó que muchos cursos de la FHCE estén concentrados a la misma hora, causando superposición de horarios en las materias sugeridas para un mismo semestre, cambios en los horarios de los cursos luego de comenzado el semestre y desbordando la capacidad edilicia de la Facultad, lo que requirió alquilar salones a institutos privados a precios desorbitados. Al mismo tiempo, la franja horaria de 20 a 22 horas, que es parte del turno nocturno que le sirve a la mayoría de la gente que trabaja, estaba prácticamente vacía.
Las Consejeras Estudiantiles de la 21 de junio llevamos este problema al Consejo de Facultad, solicitando la no superposición de horarios, proponiendo alternativas y visibilizando, con un informe exhaustivo, lo vacía que está la Facultad de noche y reclamando que para los horarios del semestre par se corrigiera esta situación. El Consejo resolvió solicitar a las comisiones de carrera —que son las que fijan los horarios— que utilicen la franja de 20 a 22 h, lo cual se tuvo que expresar reiteradas veces ante la falta de respuesta desde los Institutos.
Dentro de los reclamos que hemos tenido que realizar en torno a los programas de este año, remarcamos especialmente algunas cuestiones que nos preocupan en la TUCE. Tuvimos que argumentar contra la imposición de cupos por asignatura —logrando evitar su instalación en los programas—, en defensa del derecho al tercer parcial —que pretendía ser omitido— y en contra del carácter eliminatorio propuesto para una «prueba diagnóstica» —lógica de prueba de ingreso por materias—; tres asuntos sobre los que logramos el acuerdo del Consejo, razón por la cual este resolvió pedir la modificación de los programas. La TUCE viene creciendo en cantidad de estudiantes. Frente a eso, la institución no puede responder con restricciones al acceso.
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