Ante las recientes declaraciones de las autoridades del CODICEN sobre una reforma anticipada de la Enseñanza Media, como estudiantes de Humanidades nos vemos en la obligación de expresar nuestro rechazo a dicha iniciativa, en defensa de la formación en nuestros campos de conocimiento.

Esta reforma consiste en la aprobación de un bachillerato general en el que los estudiantes deben elegir una orientación o «énfasis» para su formación recién en el último año de su trayecto educativo, teniendo como opciones (según lo informado por Robert Silva a los medios de prensa): ciencias médicas, ingeniería o tecnología, dejando por fuera las formaciones humanísticas y artísticas.

Aparentemente, este plan se pondría en marcha en 2022, y tendría un año de prueba para finalmente universalizarse en el 2023.

Entendemos que esta reforma se basa en los aspectos ideológicos más regresivos y utilitarios del neoliberalismo, ubicando a la educación al servicio del mercado. Esta educación enmarcada en una lógica tecnicista de la pedagogía, apunta a generar individuos alienados, conducidos meramente por un rol operario.

Como caracterizamos en nuestro Programa, para esta concepción educativa: el pensamiento crítico, la vigilancia epistemológica, la reflexión filosófica, la conciencia histórica, el análisis crítico de las instituciones y corrientes pedagógicas, el análisis de los fenómenos culturales, el análisis del discurso, la creación literaria y muchos otros desarrollos disciplinares, son “lujos intelectuales” a los que deberían acceder solo unos pocos.

Las asignaturas humanísticas ofrecen a los estudiantes la posibilidad de conocer y reflexionar sobre realidades diferentes a las propias o inmediatas, permitiendo construir otros caminos, pensar que otro país es posible a partir de una perspectiva crítica sobre nuestro presente.

Por eso para estos señores las Humanidades no solo no son “productivas”: además habilitan la generación de un clima cultural poco conveniente a sus intereses. Preguntan con falsa ingenuidad: ¿Para qué sirven las Humanidades? Los señores necesitan sirvientes, y los mecenas, intelectuales obsecuentes.

Entendemos necesario que nuestros gremios se movilicen para luchar contra esta iniciativa que pretende formar a nuestra juventud únicamente para el mercado.

¡Enfrentemos esta reforma mercantilizadora con un Movimiento Estudiantil organizado!

Agrupación de Estudiantes 21 de junio

CEHCE – ASCEEP – FEUU

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