Que el próximo decanato tenga en cuenta los reclamos estudiantiles depende de tu voto

Paradójicamente, cualquiera que siga de forma minuciosa el proceso por el que está pasando el Orden Estudiantil en Humanidades puede constatar un internismo furibundo que apunta a impedir una construcción colectiva capaz de afrontar con unidad gremial la coyuntura política nacional y universitaria.

Mientras el pueblo uruguayo procura sobrevivir a una carestía miserable, mientras la Universidad enfrenta graves problemas presupuestales, mientras los/as estudiantes de Humanidades sufrimos la falta de horarios para poder cursar y constatamos cómo, contra toda lógica, la Facultad está vacía de noche: resulta insólito que resuenen con mayor intensidad los ataques internos que contra el ajuste.

A saber: una intentona de expulsión de compañeras y compañeros de nuestro gremio a 24 horas de haberles ganado una elección gremial, un grupo de provocadores impidiendo el funcionamiento de una Asamblea General que tenía por único punto de discusión la lucha presupuestal, el insulto constante a la FEUU, la difamación de las representantes al cogobierno —electas democráticamente por el voto directo y secreto del estudiantado—, el llamado a la «acción directa» contra la fotocopiadora estudiantil que estamos reconstruyendo, la utilización de algunas asambleas de licenciatura o tecnicatura para golpear a una u otra agrupación de estudiantes, el sectarismo de un campamento en Humanidades, al margen de la Huelga Universitaria, que tuvo de rehén a la Facultad durante una semana por el berrinche fracasado de «exigirle» al sindicato docente que los reconozca como gremio estudiantil paralelo, la generación de un espacio paralelo al Movimiento Estudiantil para desmembrar a la FEUU, denominado «Espacio Intercentros», ámbito que la FEUU ha resuelto desconocer por unanimidad.

En el último año han sido varios los intentos de partir al gremio y escindirlo de la FEUU. Intentos que, gracias a la expresión de las mayorías del estudiantado, han fracasado con todo éxito. A veces es difícil de entender cómo es posible que, en esta coyuntura, haya agrupaciones del Orden Estudiantil que visualicen al «enemigo» dentro de nuestra Casa de Estudios y no afuera; cómo es posible que no exista un esfuerzo desesperado por el fortalecimiento de nuestro Centro de Estudiantes y de la FEUU como herramientas gremiales. Lamentablemente, a veces los conflictos en nuestro orden se explican por razones ajenas al mismo.

En el Orden Docente desde hace décadas hay un sector decididamente contrario al Centro de Estudiantes (CEHCE) y sus reivindicaciones, como son la duplicación de horarios para poder cursar o la defensa de la calidad académica en los Planes de Estudio. Ese mismo sector ha venido intentando incidir en la interna estudiantil para modificar sus posicionamientos, especialmente cuando se acercan las elecciones del Decanato —como será a finales de este año—, puesto que los órdenes —estudiantes, docentes y egresados— tienen derecho a veto en el Consejo de Facultad al momento de la designación de los «asistentes académicos» —cargos de confianza que son como los «ministros» del decanato y que se votan al comienzo de cada período de 4 años—.

Históricamente, cuando los grupos más afines a estos sectores del Orden Docente obtuvieron un lugar en el Consejo —lo que ha sido usual— votaron «asistentes académicos» a cambio de nada para los estudiantes, pero sí para acomodarse. Cuando a comienzos de un período decanal el CEHCE tuvo una delegación unificada bajo el lema “Centro de Estudiantes de Humanidades y Ciencias de la Educación ASCEEP - FEUU”, los Consejeros Estudiantiles utilizaron este veto como herramienta de negociación, logrando mejoras en la calidad del cursado, incluyendo aumentar de 8 a más de 30 cursos con doble horario.

Luego del enorme triunfo de la Agrupación de Estudiantes 21 de junio en las Elecciones Universitarias del año pasado, donde el lema del CEHCE triplicó obteniendo la delegación completa al Consejo de Facultad, comenzó a gestarse un contragolpe de cara a las Universitarias 2022 que, a diferencia de las anteriores, coinciden con una nueva elección de decanato. Es en este marco que se presenta “Confluir Humanidades”, la máxima expresión de la conducta acomodaticia, por fuera del lema ASCEEP - FEUU, con el objetivo de lograr al menos un consejero que permita regalarle al próximo Decano sus asistentes académicos.

Nos preguntamos con curiosidad: el amanuense que encabeza esa lista, experto en alcanzar llaves de salones y cebarle mate a sus docentes, ¿cuánto tardará en renunciar al Consejo, después de votar a los ministros, para entrar a dedo en la estructura docente de Facultad? ¿Un mes? ¿Dos meses?

Para quienes no nos da lo mismo que en los próximos cuatro años los estudiantes suframos las mismas mezquinas condiciones de estudio; para quienes queremos que haya una política seria en materia de horarios que contemple a los y las estudiantes que trabajan; para quienes estamos convencidos de que Humanidades debe hacer un fuerte reclamo presupuestal a la interna de la Universidad de la República, para que no desaparezcan carreras por falta de financiamiento: la defensa de las Humanidades, la Educación Pública y los derechos estudiantiles valen mucho más que cualquier promesa individual.

Para que el próximo decanato deba contemplar las demandas estudiantiles para poder conducir la Facultad, votá a la única lista que demostró la firmeza y el compromiso necesarios a la hora de defender en el cogobierno las reivindicaciones de nuestro gremio.


[2]:

ORDENANZA DE LOS CARGOS DE ASISTENTES ACADÉMICOS.


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