La Agrupación de Estudiantes 21 de junio ha venido denunciado el ahogo presupuestal que sufre nuestra Facultad, pero sabemos que las necesidades presupuestales no son únicamente problema de Humanidades; por eso hemos dedicado un gran esfuerzo de nuestra militancia a la lucha por un mayor presupuesto para ANEP-UdelaR, alentando y participando de las distintas actividades que se han realizado, organizando desde Humanidades la convocatoria y marcha a todas las movilizaciones en defensa de la Educación Pública y su presupuesto. Asimismo, nuestro compañero Andrés Fernández ha ido en representación de la Federación de Estudiantes Universitarios Uruguay al Parlamento, a defender el presupuesto de la Universidad de la República: por más fondos para becas estudiantiles, por más horarios para poder cursar, por más cargos docentes para atender la creciente población estudiantil, por edificios dignos para todos los servicios universitarios, y en defensa del Hospital del pueblo, para que el gobierno pague las deudas millonarias que tiene con el Hospital Universitario y financie las reformas que necesita a fin de atender dignamente a todos los usuarios de Salud Pública.

A la interna de la FEUU hemos mantenido una postura muy crítica sobre la redistribución presupuestal. Consideramos que si la Federación quiere ser responsable con el pedido presupuestal que exige para la Universidad de la República, la plata que llega a ésta no debe ser utilizada para financiar política gremial. Nuestra Agrupación se ha mantenido firme en oposición a la línea de fondos que el ex rector Rodrigo Arocena inventó para incidir en la interna de los gremios: “Línea 8: participación y cogobierno”, y tanto en la Universidad como en la FEUU hemos impulsado su eliminación.

Los fondos universitarios están organizados en varios programas: enseñanza, investigación, bienestar, mejora edilicia, etc. La llamada línea 8, mucho menos conocida entre los universitarios y, de hecho, difícil de encontrar en la amplia documentación en línea de la Universidad, se diferencia profundamente de lo que como 21 de junio queremos defender cuando luchamos año a año por el Presupuesto Universitario.

La FEUU utiliza fondos de línea 8 para pagar los pasajes de delegaciones al exterior, organizar toques o campamentos, para mantener su local (que es de la Universidad) y pagar dos cargos de secretarios. La historia de la aplicación de esta línea a la interna de los gremios estudiantiles durante el rectorado de Arocena se utilizó para organizar talleres a favor de la Segunda Reforma Universitaria que aquél promovía. Han quedado en la historia de la Federación famosos “militantes línea 8”, cuyo papel es realmente para el olvido.

Por esto no es un tema de gestión, es un problema POLÍTICO.

Para que exista la independencia política gremial debemos tener independencia financiera. Para poner una analogía más clara, imagine que un sindicato utilice fondos de la patronal para financiar un viaje de una delegación al exterior u organizar un encuentro de trabajadores: esto sería claramente impresentable.

Por eso, hace tiempo venimos proponiendo pasar los fondos de línea 8 a becas. Hoy podemos decir que hemos logrado un avance en la Universidad: este año fue aprobada una propuesta de traspaso de los fondos de esta línea que no se utilizan corrientemente a Enseñanza e Investigación. No obstante, esto no es suficiente, porque sigue habiendo recursos de esa línea que financian cargos administrativos de la FEUU o el mantenimiento del local.

Nuestra Federación debe tener recursos gremiales propios, de acuerdo a las tradiciones sindicales de nuestro país. Además, no podemos exigir presupuesto para duplicación de cursos, becas estudiantiles y mejores condiciones de enseñanza si consentimos disponer de millones de pesos para financiar la tarea gremial. Por esto, seguiremos proponiendo en el seno de la FEUU eliminar completamente lo que queda de la línea 8 y transferir esos rubros a becas.


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